Postales: "Las varonesas", de Carlos Catania, reeditada. Le Carré vuelve con Smiley, Connolly con Parker. "La tentación de ser felices", novela italiana. Muere Sue Grafton

Reeditarán un gran libro
En 1978 el sello español Seix Barral publicó “Las varonesas” del argentino (santafesino) Carlos Catania, un libro capital, extenso, intenso, una novela-río fundamental en la narrativa argentina pero muy, demasiado, postergado.
El libro tuvo la desdicha de tropezar en aquel momento con la férrea censura que aplicaba la criminal dictadura que padecía la Argentina y la novela no circuló. Ni en esa época ni en las décadas que siguieron, hasta el momento en que el afilado crítico Guillermo Belcore publicó una nota muy laudatoria sobre la novela en 2013.
El disparador fue en realidad el chileno Roberto Bolaño, quien en una nota que apareció en un libro póstumo (“Entre paréntesis”, 2004, Anagrama) se preguntara sobre “el narrador argentino Cataño” de quien, contaba, había leído “Las varonesas” a la que calificaba de “novela notable y olvidada”. El gran escritor chileno admitía no haber tenido más noticias sobre el escritor local y expresaba su deseo de que siguiera escribiendo.
Carlos lo ha hecho en todo este tiempo, pero siempre quedó flotando el deseo de ver a su ficción recuperada. Fue lo que ocurrió: a raíz de la nota de Belcore los editores de Las Cuarenta reeditaron “Las varonesas” en 2015, con prólogo del crítico y significativa repercusión. El libro fue comentado en este blog a poco de aparecer en Buenos Aires.
Ahora se anuncia que, también en la capital federal argentina, en marzo venidero se lanzará una nueva edición de la novela. Será justicia.

Regresan Le Carré y Connolly
El británico John Le Carré decidió resucitar a su entrañable personaje, el agente secreto George Smiley, de quien no teníamos más “noticias” desde 1990, cuando se conoció “El peregrino secreto”. Antes, había sido el protagonista excluyente de grandes novelas de Le Carré, entre ellas “Llamada para el muerto”, “El topo” y “El honorable colegial”.
Ahora, en “El legado de los espías” (Planeta; ya se ha distribuido en España, en Argentina por ahora se lo consigue sólo en ebook) es un discípulo de Smiley, Peter Guillam, quien en su retiro de jubilado recibe una carta de los servicios instándolo a viajar a Londres porque unas operaciones secretas cumplidas durante la Guerra Fría están por ser investigadas y pueden perjudicarlo. Tanto a él como a otros agentes, entre ellos el mismo Smiley.
Le Carré entreteje pasado y presente y en la historia emergen como co-protagonistas Guillam y su antiguo jefe. Habrá que ver qué resulta de esta experiencia abordada por el gran narrador a sus 85 años.

A su vez, el irlandés John Connolly regresa con otra historia protagonizada por el oscuro detective privado Charlie Parker. El opus 15º de la saga se titula “Tiempos oscuros”, la publicó Tusquets en España el último día de 2017 y aún no ha llegado a mi país. Esta novela data de 2016 y a ella la ha seguido una historia más de Parker, en tanto se anticipa el “capítulo” 17º para el presente año.
Como ocurre en esta serie de ficciones en las que el realismo de la novela negra y las historias de terror se vuelven una, en “Tiempos oscuros” también se funden ambas vertientes. En efecto, Jerome Burnet, que purga en la cárcel una condena por un crimen que no cometió está convencido de que fuerzas oscuras (que representan al Mal por antonomasia) se disponen a aniquilarlo y antes de que tal cosa ocurra reclamando respuestas acude a Parker.
Es por eso que, acompañado por los infaltables amigos y guardaespaldas Ángel y Louis, el detective se hace presente en una misteriosa y aislada comunidad conocida como The Cut en la que, se informa, “rigen el terror, la intimidación y el asesinato, todo ello en nombre del ser al que sirven, conocido como el Rey Muerto”. El plato preparado por Connolly está servido, será cuestión de probarlo para saber qué gusto tiene.
Agregado del 3.3.18: En relación al nuevo episodio del detective Charlie Parker, el propio autor comenta en un “boletín” que distribuye periódicamente que aparecerá simultáneamente en Irlanda, Gran Bretaña y Australia en los primeros días de abril venidero. Se titulará “The Woman in the Woods” (“La mujer en el bosque”) y en él Parker investiga las causas de la muerte de una joven mujer cuyo cuerpo aparece en los bosques de Maine. Ella se había perdido con su bebé, pero en el bosque no se encuentran rastros del pequeño. Además, como suele ocurrirle al detective, hay una fuerza del Más allá que también está realizando la misma búsqueda…
La novela toma como base el relato “El atlas fracturado”, texto que integra el volumen “Música nocturna”, publicado el año pasado por Tusquets. 
  
Nuevo autor italiano
Cesare Annunziata es un viudo, jubilado, tiene 77 años y una enorme capacidad para llevarse mal con todo el mundo, incluyendo sus dos hijos. Vive en un edificio de departamentos, en Nápoles, y su función, si se la puede llamar así, es la de molestar a los demás. Así se lo presenta al protagonista casi excluyente de “La tentación de ser felices” del italiano Lorenzo Marone (Nápoles, 1974) quien debutó como autor con esta novela muy exitosa de trivial apariencia pero que va volviéndose más compleja e interesante con el pasar de sus páginas.
Cuando Cesare conoce a Emma, una mujer joven y casada que ha llegado al mismo edificio, su vida, sus rutinas y hasta su odio al mundo comenzarán a mutar, de a poco, con idas y vueltas. Y cambiará porque el protagonista de la historia advertirá que el marido de Emma es un golpeador y, aunque ella tema y se niegue a cualquier ayuda, Annunziata de igual forma se decidirá a actuar.
Como se dijo, el anciano se lleva mal con los hijos. De Dante no quiere saber nada porque es homosexual, aunque el muchacho sea de los hijos quien más se esfuerce para llevarse bien con el padre. Sveva, la hija abogada, toma una mayor distancia quizás porque lo conoce mejor.
La historia se narra desde una perspectiva tragicómica y eso hace que “La tentación de ser felices” no resulte una suerte de comedia liviana, sino que salta todo el tiempo de lo circunstancial a lo profundo. Como se ha señalado, estamos ante una novela que habla sobre la vida misma, el miedo al cambio, los convencionalismos y, por qué no, la soledad. Un texto que abre considerable expectativa respecto del futuro de Marone como narrador.
“La tentación de ser felices”, HarperCollins Ibérica, 2016 (distribuido en Argentina en 2017), 251 páginas. Traducción de Ana Romeral. En España: 17,90 euros. En Argentina: 345 pesos. 

Adiós al Alfabeto del Crimen
La norteamericana Sue Grafton falleció a fines de diciembre a los 77 años en Santa Bárbara, California, afectada de un cáncer que le impidió concluir su extensa saga policial, el famoso Alfabeto del Crimen protagonizado por la inefable investigadora Kinsey Millhone, cuyas aventuras detectivescas comenzó a publicar en 1982 con “A de adulterio” y finalizara el año último con “Y de Yesterday”, aún no traducida a nuestro idioma.
Entregando sus trabajos a un ritmo considerablemente sostenido de, promedio, un libro cada dos años, Grafton logró escribir veinticinco episodios de la saga que en todos los casos transcurren en Santa Teresa, llamada así en homenaje a Ross Macdonald, el gran novelista de policiales que había bautizado con ese nombre a Santa Bárbara, ciudad en la que también residió.
Kinsey tenía la particularidad de “crecer” muy lentamente y prueba de ello es que mientras en “A de adulterio” (que, como se dijo, es de 1982) tiene 32 años, en “V de venganza” (2011) acusaba 38. Esperemos a “Y de yesterday” para saber qué edad le fijó Grafton a su personaje en la despedida. Y digo la despedida porque aunque la autora había anticipado que trabajaba en la última parte de la saga, “Z is for zero” (“Z de cero”) su hija anunció que el alfabeto concluye con “Y is for yesterday”, ya que no se publicarán las páginas de “Z” que llegó a escribir su madre.
Quedan entonces las historias de Kinsey, la mujer decidida, jocosa, capaz de meterse en mil enredos (arriesgando su vida) y conocer-reconocer a los múltiples personajes que la rodean y que se hacen presentes en sus distintas aventuras, que transcurren todas en la década de 1980, cuando no había teléfonos celulares, computadoras, Internet y similares, aunque el mundo mutaba con creciente rapidez y la detective acusaba los cambios, mientras dilucidaba crímenes y se preocupaba por débiles y olvidados.

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